Translocaciones para la conservación. Plantaciones y siembras

Translocaciones para la conservación. Plantaciones y siembras

La cadena de trabajo para la conservación y gestión de las especies vegetales amenazadas sigue una serie de pasos que constituyen un proceso cíclico, comenzando con la localización de las poblaciones y terminando, en el mejor de los casos, con la implantación exitosa de material vegetal (a través de plantaciones o siembras) también dentro del medio natural. Se trata de lo que técnicamente se denominan Translocaciones para la conservación, esto es, repoblaciones en campo con esas especies.

El objetivo final es el mantenimiento o mejora de la diversidad de cada especie amenazada, lo que exige poseer una robusta información de partida sobre su biología, la caracterización de sus poblaciones y las razones de su declive. Todo ello ayuda a planificar las plantaciones y a reducir el riesgo de fracaso en el proceso de reintroducción en el medio natural.

Plantaciones para la conservación de especies amenazadas

La creación de nuevas poblaciones de especies amenazadas, o el refuerzo de las ya existentes, suele realizarse a través de la plantación de individuos cultivados y preparados en vivero. Las plantaciones siguen en todos los casos las recomendaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)  y un diseño ad hoc para cada una de las especies y/o poblaciones a conservar.

Las plantaciones o siembras diseñadas para la conservación de especies amenazadas reciben el nombre de Unidades de translocación (UT). Este término, definido para tener un lenguaje común entre los técnicos que se encargan de la creación de estas poblaciones y su mantenimiento, permite reconocer unidades discretas de individuos en una zona concreta, en las cuales se realizan diferentes trabajos (riegos, protección de individuos, censos, recolección de semillas, etc.), con el objetivo de consolidar nuevas poblaciones que sumen efectivos a las ya existentes o silvestres.

El seguimiento y evolución de las plantas procedentes de las plantaciones o siembras se realiza mediante censos, de igual manera que el de las poblaciones silvestres.

Siembra de semillas de especies amenazadas

En algunos casos, para la creación de nuevas poblaciones, o el aumento de individuos en poblaciones ya existentes, es más recomendable trabajar con siembras de semillas que mediante plantación de ejemplares producidos en vivero. Algunos ejemplos de este modelo de trabajo lo constituyen las especies anuales, aquellas que desarrollan todo su ciclo biológico dentro de un mismo año, y para las que la plantación no resulta del todo satisfactoria. Otro caso similar son las plantas que viven en roquedos, ya que dicho hábitat no suele permitir las plantaciones, al faltar huecos o grietas suficientemente amplios.

Un ejemplo interesante en el que se emplean semillas en la creación de nuevas poblaciones sobre roquedos lo constituye la silene d'Ifac (Silene hifacensis), especie de elevado interés para la conservación valenciana y nacional con la que se realizan siembras de semillas producidas ex situ por diferentes entidades que participan en el Plan de Recuperación de la especie.