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Efecto invernadero

Efecto invernadero

Durante las últimas décadas, se ha incrementado la preocupación acerca de los efectos sobre el clima que puede tener una creciente emisión de contaminantes a la atmósfera por parte de las actividades humanas.

La temperatura media de la superficie terrestre se mantiene constante, ya que en el balance térmico terrestre, la cantidad de energía que llega a la superficie es igual a la energía que se desprende de ésta.

Podemos definir como Efecto invernadero al fenómeno mediante el cual algunos gases existentes en la troposfera, como el dióxido de carbono, vapor de agua, metano, óxido nitroso y algunos compuestos halogenados, retienen parte de las radiaciones de baja frecuencia que son remitidas hacia el exterior por parte de la superficie terrestre.

Este efecto es el responsable de que la temperatura media en la superficie terrestre sea de unos 15ºC. Sin la presencia de estos gases de efecto invernadero la temperatura media en superficie sería de unos -18ºC, y no sería posible la existencia de vida tal y como la conocemos en la actualidad.

La creciente concentración de este tipo de gases de efecto invernadero, debido diversas actividades por parte del hombre, produce una mayor absorción de la radiación infrarroja emitida desde la superficie terrestre, con un posterior aumento de la temperatura.
 
 
Efecto invernadero
 
La contribución relativa de las emisiones de contaminantes a las alteraciones del clima es tema central de las investigaciones que se desarrollan en la actualidad, para así conocer los posibles efectos a escala planetaria que pudieran derivarse de las actividades humanas.
 
 
Fuentes de los gases invernaderos
 
El dióxido de carbono se encuentra de forma natural en la atmósfera en una concentración constante debido al ciclo del carbono, pero se ve alterado por las actividades del hombre que hacen que este gas aumente de forma considerable.
 
 

 

Las actividades que más afectan al incremento de las emisiones de CO2 son el aumento del uso de combustibles fósiles, la fabricación de cemento, los procesos de tratamiento de carburantes y fugas en explotaciones mineras. Hoy en día el aumento de los niveles de dióxido de carbono es sobre todo por la quema de combustibles fósiles en países industrializados, ya que se ha comprobado que por cada kilogramo de combustible que se consume se produce alrededor de unos tres kilogramos de dióxido de carbono.

Gases invernaderos
 
 
La existencia de incendios, que generan a su vez gran cantidad de CO2 , y la tala progresiva de bosques, son dos importantes factores que favorecen la degradación de los suelos y la creciente desertificación.
 
El problema de la disminución de masas forestales produce, a su vez, una gran disminución de la tasa de absorción total de CO2 debida a la vegetación. Esta disminución de los sumideros de gases de efecto invernadero acentúa la problemática del cambio climático.
 
 
Consecuencias del efecto invernadero
 
El efecto invernadero origina un aumento de la temperatura media de la tierra.
 
Según el segundo informe publicado por el IPCC (Intergovernamental Panel on Climate Change) en 1995, se estima un aumento de la temperatura media global del aire en el año 2100 entre 1ºC y 3.5ºC. 
 
Consecuencias del efecto invernadero

 

Un calentamiento de esta magnitud alteraría el clima en todo el mundo originando vientos más cálidos y secos. Esto provocaría en mayor o menor grado una serie de consecuencias, como un ascenso del nivel del mar por la fusión de hielos y glaciares (sobre todo en la Antártida), tormentas, inundaciones y sequías más intensas y frecuentes, así como cambios en la biota y en la productividad de alimentos.